domingo, 17 de octubre de 2010

MEMORIA NEGRA DE HOSPITALET - EL ROSTRO PENETRABLE

Hoy nos toca desplazarnos a La Torrasa, para ser preciso a la calle del Doctor Martí i Julià, allá por el año 1963, fecha en que ocurrió el suceso que será tratado en éste capítulo. En ese tiempo la calle llevaba el nombre de General Sanjurjo.
En esa calle a la una y media de la madrugada del 30 de Enero se personaron en la farmacia sita en el número 63 varios efectivos de la Brigada de investigación criminal con la intención de esclarecer el robo perpetrado en aquel lugar.
Con un acusado nerviosismo el mancebo de botica les declaró que habían entrado en el local, hacía una hora escasa, un individuo acompañado de una señorita. A primera vista, ningún detalle resultaba sospechoso en la pareja a pesar de lo intempestivo de la hora. A continuación confirmó que le extendieron una receta y mientras comprobaba en el fichero si tenía dicho medicamento el desconocido intentó asestarle un golpe en la cabeza que por suerte no alcanzó su objetivo al apartarse oportunamente el dependiente.
Encorajinado por el fallo el atracador le conminó a que le entregase el dinero que guardaba en la caja registradora. Asustado y con temor a posibles represalias el dependiente le entregó las 1242 pesetas que contenía. La pareja salió a la calle con el botín y con toda la naturalidad pararon un taxi, subieron como un par de enamorados y se dieron a la fuga.
El empleado demostró una gran capacidad de observación al describir a los asaltantes, datos que fueron determinantes para la detención. El atracador aparentaba unos cuarenta años, su estatura mediana y remarcó un detalle peculiar que haría más fácil su detención; tenía un tic en la cara, un espasmo que le hacía guiñar continuamente uno de sus ojos. Respecto a la mujer fue igualmente preciso, dijo que era más joven y más alta que el acompañante, pelo negro, iba muy pintada y redondeó la descripción añadiendo que vestía un gorrito de lana y abrigo marrón.
En la búsqueda de pruebas por toda la farmacia los policías repararon que encima del mostrador los atracadores habían olvidado la receta que les había servido para solicitar el medicamento. En un examen más detenido se dieron cuenta que dicha receta llevaba estampillado un sello perteneciente a una farmacia de Sant Feliu de Llobregat.
La dueña de la farmacia de Sant Feliu residía en Barcelona y fue despertada antes de amanecer para que informase de cómo había podido aparecer esa factura en el término de Hospitalet.
Al ser notificada de que había sido utilizada en un atraco se detuvo a pensar y dijo que quizá podían haber sido unos pintores que habían trabajado en su farmacia los últimos días de diciembre. Fue determinante cuando añadió que recordaba que uno de ellos tenía un tic en la cara, añadiendo que eran unos tic que llegaban a ponerla nerviosa.
Con tales pruebas no resultó complicado a los miembros de la Brigada de Investigación Criminal localizar la vivienda de los obreros y no pasó mucho tiempo en ser detenido Rafael Abad del Arco, confirmándose que tenía un tic en la cara, un tic que empezaba a ser famoso.
En el registro domiciliario de Rafael Abad del Arco fue encontrada una rudimentaria porra fabricada con alambre de acero y forrada con tela, una auténtica obra de artesanía. Asimismo se le intervino el dinero robado a excepción del utilizado en pagar el taxi que llevó de regreso a los autores del robo a sus domicilios.
Rafael no resistió el interrogatorio de las autoridades y se confesó culpable. No tardó en delatar a su acompañante María Luisa Giménez Tello de 22 años la cual fue detenida en su domicilio del Paseo San Gervasio.
Convictos y confesos los detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Hospitalet donde se instruyeron las diligencias oportunas.
El espacio entre delito y detención fue corto, el tiempo que dura la noche. Unos espasmos en la cara y una receta abandonada determinaron la resolución del robo. No sabemos si esta pareja continuó delinquiendo posteriormente pero algo nos hace pensar que si lo hicieron, a buen seguro, recurrirían a un pasamontañas o una media para ocultar el tic delator.
(Emitido en "El abierto a la ciudad" de Radio Florida y en "Estaciò Central" de TeleHospitalet)

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